
Las temperaturas extremas suelen ser un peligro para nuestros vehículos, ya que pueden degenerar ciertas partes del mismo e incluso afectar al propio motor, por ello hoy en #EnLaCarreteraCervezaSIN vamos a darte una serie de consejos para que extremes las precauciones ahora que viene el calor.
Muchas de las averías que se producen en verano están motivadas por las altas temperaturas. Y el calor no es lo único que llega en verano, ya que la arena de la playa, la salinidad o la proliferación de insectos pueden ser otros factores que afecten a la carrocería de coches y motos.
Esta es la época del año en la que posiblemente más conduzcamos, disfrutando de la familia y las vacaciones y es por ello que debes tener en cuenta estos consejos:
Empieza por lo básico
Suena a perogrullo, pero intenta siempre que sea posible aparcar en la sombra, el vehículo lo agradecerá. Igualmente, utilizar un parasol en el parabrisas ayudará a que los grados del interior sean algunos menos que si les estuviera dando el sol directamente.
Otro consejo a tener en cuenta es comprar un protector de volante, ya que en ocasiones adquiere una temperatura excesiva que puede quemarte las manos y afectar negativamente a la conducción.
Cuidado de los neumáticos
Si vas a hacer un viaje debes comprobar siempre el estado de los neumáticos. Las altas temperaturas pueden resecarlos y en ocasiones hasta agrietarlos. El asfalto caliente puede afectar igualmente a la presión de los mismos, por ello procura comprobarla a menudo. A esto podemos sumar las tormentas veraniegas, que descargan gran cantidad de agua y teniendo el dibujo de la goma gastado, nos puede generar algún problema.
Vigila el motor
La llegada del verano afecta negativamente al rendimiento del motor que pierde hasta un 15% de su potencia a consecuencia de la subida del mercurio. Debes presentar mucha atención a la temperatura del motor. Para que no haya riesgos, debes comprobar los líquidos del coche (agua y aceite), que podrían evaporarse.
Si el indicador de temperatura del aceite sobrepasa la zona roja, haz una parada en el camino, espera a que baje y reanuda la marcha.
La batería también sufre
Muchos seguro pensáis que la batería de los coches sufre más en invierno por el frío extremo, pero no siempre es así, ya que el calor y la vibración son sus peores enemigos.
La evaporación de los fluidos de la batería puede afectar a diferentes conexiones de la misma. Si tiene más de 3 años conviene que la lleves a revisar para calcular la vida útil que le queda.
El sistema de refrigeración
Para poder soportar el exceso de calor, los sistemas de refrigeración del vehículo deben estar en óptimas condiciones. Si el aire acondicionado no funciona correctamente puede afectar al motor.
Una revisión antes de verano y una carga de gas refrigerante debería ser suficiente para afrontar el calor con tranquilidad. Recuerda que la temperatura ideal son 22 grados. Todo lo que sea bajar de ahí es un gasto de combustible innecesario.
Lava tu vehículo una vez a la semana
Pasar por agua es algo que tu vehículo agradecerá. Eso sí, no lo hagas en las horas con más sol, mejor a primera o a última hora y procura que se seque en la sombra. El lavado manual es menos agresivo y recomendable. Es una forma no solo de mantenerlo limpio de polvo, insectos y demás, sino que además lo refrescarás.
Terminamos compartiendo contigo otro truco que se convirtió en viral hace algún tiempo. ¿Has dejado el coche aparcado al sol un buen rato y al entrar el calor es insoportable? Cierra todas las puertas del coche, baja la ventanilla del copiloto y a continuación abre y cierra varias veces la puerta del conductor en una secuencia lo más rápida posible. De este modo empujarás el aire caliente del interior de una forma rápida. Este método consigue bajar la temperatura en unos 10 grados en unos pocos segundos.
Y tú ¿conoces algún otro método para proteger tu moto o coche del calor?