El gato es, probablemente, uno de esos instrumentos adicionales imprescindibles para el coche y es que te puede salvar en cualquier situación. Ya sea al sufrir un pinchazo en mitad de un trayecto o para inspeccionar la parte inferior del coche en caso de una avería, no puedes olvidarte de llevarlo siempre.
Si bien es cierto que la teoría nos la sabemos todos, en el momento de ponerse manos a la obra no resulta tan sencillo y puede llegar a ser incluso peligroso. Por este motivo en el blog de En la carretera cerveza SIN vamos a darte unos sencillos tips para salir victorioso de esta situación.
La posición de coche, algo a tener en cuenta
Sí, antes de comenzar es importante que te asegures que el coche está estacionado en la zona más firme, segura y llana posible y el freno de mano bien puesto. En caso de encontrarte en el arcén no te olvides de señalizar tu presencia con los triángulos y chalecos reflectantes.
Consejo: cuando tengas que cambiar la rueda intenta hacerlo siempre por el lado contrario al tráfico. Será más seguro.
Manos a la obra
Una vez has parado, el siguiente paso es localizar el lugar donde deberás colocar tu gato y las herramientas adicionales que necesitarás: rueda de repuesto, la llave y los tornillos de seguridad. Antes de levantar el coche asegúrate de haber aflojado las tuercas de la rueda.
Con el gato levanta el vehículo hasta que la rueda pinchada apenas roce el suelo, retira todos los tornillos y saca la rueda colocándola debajo junto al gato. De esta manera, si el gato fallase, la rueda actuaría de colchón, amortiguando el impacto del coche contra el suelo.
Una vez retirada coloca la de repuesto, encájala, pon los tornillos y apriétalos con las manos hasta el fondo en forma de X.
Baja el coche y comprueba que está todo en orden
¡Todo listo! Ahora sólo queda retirar la rueda pinchada que habías colocado bajo el vehículo y el gato. El último paso será apretar los tornillos con la llave y comprobar que todo está en orden.
Consejos extra que siempre vienen bien
– Conoce la estructura de tu coche para colocar el gato en la zona más robusta y estable del chasis. El lugar específico para su instalación suele ser justo a la derecha de la rueda delantera o en la izquierda trasera.
– No fuerces el gato a su máximo nivel porque la torsión del coche puede suponer la rotura de elementos técnicos y un problema para la seguridad.
– Cuando termines pasa por una gasolinera al terminar y comprueba la presión de la rueda de repuesto para garantizar que es la correcta y que circulas de manera segura.
– Recuerda no sobrepasar nunca el número que señala la pegatina que encontrarás en la rueda; es el límite de velocidad al que podrás usarla.