Te proponemos cuatro destinos para rodar en la carretera este otoño. Elige tu color, sube a tu moto y disfruta del viaje, un recorrido por plena naturaleza en su época de máximo esplendor:
El bosque Muniellos (Asturias)
El bosque de Muniellos se encuentra en el Parque Natural Fuentes del Narcea. Declarado Reserva Biológica Nacional se le considera el mayor robledal de España. Aunque también destacan otras especies como los arces, avellanos, sauces y fresnos. Un paraíso para disfrutar de su vegetación rojiza con nuestra moto.
Parque Natural Los Alcornocales (Cádiz y Málaga)
Los bosques del Parque Natural de Los Alcornocales se extienden por las provincias de Cádiz y Málaga. Lleno de árboles que se resisten a perder su tono verdoso incluso en otoño. Un buen destino para disfrutar, además, de su gastronomía y paisaje. Sus curvas y largas carreteras son ideales para los amantes de las emociones.
Selva de Irati (Navarra)
Todo un espectáculo de colores donde predominan los amarillos intensos, rojos y el verde de los abetos. Un paisaje sin igual en que disfrutar de pueblos como Ochagavía, el río Anduña, Santuario de la Virgen de Musquilda, el mirador de Goñiburu, un lugar privilegiado a 1.492 m desde el que contemplar el vecino valle del Roncal.
Los bosques de Hoces del río Beteta (Cuenca)
Situado al norte de la provincia y regado por el río Guadiela, es uno de los cañones fluviales más espectaculares de la Serranía de Cuenca. Destaca por su diversidad de fauna y su flora: avellano, olmo de montaña, arce, tejo y, sobre todo, tilos, los árboles más representativos de la hoz y que aportan ese tono amarillo tan característico. Tanto por su altura, hasta 35 metros, sus grandes hojas en forma de corazón y sus flores, por no hablar de que pueden vivir más de mil años.