Es un elemento en el que apenas reparamos en nuestra vida diaria pero que resulta imprescindible para lograr una conducción segura cuando las condiciones meteorológicas son adversas. En este artículo de #EnLaCarreteraCervezaSIN hablamos de los conocidos y tan olvidados limpiaparabrisas del coche.
¿Por qué son tan importantes?
El 90% de la información que llega a un conductor es a través de la vista, por lo que a la hora de conducir contar con una visión completa de la vía es vital para desarrollar el viaje por carretera con total seguridad.
La función principal de los limpiaparabrisas es la de mantener las lunas del coche despejadas para lograr una perfecta visibilidad del conductor ante posibles inclemencias meteorológicas o suciedad. Por eso es muy importante que al igual que revisamos, por ejemplo, la presión de los neumáticos o las luces antes de salir de viaje, debemos asegurarnos que las escobillas están en buen estado y que funcionan bien. Además de comprobar el estado del limpiaparabrisas es necesario asegurarnos de que la luneta térmica cumple su función para evitar que al empañarse también se reduzca la visibilidad.
¿Cuál es su origen?
El limpiaparabrisas data de principios del siglo XX cuando la industria el automóvil daba sus primeros pasos. Una mujer, Mary Anderson, cansada de ver cómo los conductores tenían que detener su marcha para bajarse del coche y limpiar el parabrisas manualmente, ideó el limpiaparabrisas en 1905. Su idea consistió en un brazo mecánico que se podía accionar manualmente desde dentro del vehículo con una lámina de goma que arrastraba los restos de agua, nieve o suciedad que se impregnaban en el parabrisas. Su invento no solo facilitó la vida a millones de conductores de coches sino también a los de tranvías y trenes, que empezaron a aplicar este artilugio.
Limpiaparabrisas helados: toma estas precauciones
Si te encuentras los limpiaparabrisas helados recuerda que la manera más efectiva y resolutiva para descongelarlos consiste en encender el motor del coche y desde dentro dirigir el flujo de aire hacia el parabrisas.
A continuación desmontamos 3 maneras muy conocidas para solucionar este problema y que deberías evitar:
-Accionar los limpiaparabrisas y echar agua. El agua empeorará la situación y las escobillas del limpiaparabrisas es muy probable que estén pegadas por el hielo, así que podemos estropearlas y también el motor del limpiaparabrisas.
-Echar agua caliente. El cambio brusco de temperatura podría romper el cristal.
-Echar sal. La sal evita la congelación, pero no descongela; además, puede arañar el cristal y corroe la chapa.
#EnLaCarreteraCervezaSIN os animamos a revisar el estado de los limpiaparabrisas de vuestros coches y a viajar tranquilos a vuestro próximo destino.