Nacido en Madrid y apasionado de los viajes, las emociones intensas y la naturaleza. Parapente, bucero, windsur, kitesurf, descenso en aguas bravas en kayak; no hay deporte ni actividad que frene a este motero madrileño y nuestra gira no iba a ser menos.
Como en el caso de Andrés Soto su afición por las motos, y especialmente por las Harley Davidson, viene de la infancia. Él mismo nos cuenta “tenía colgado en el cabecero de mi cama un cuadro de madera con una Electra Glide; todas las noches me acostaba mirándola y soñando viajar con ella, sin prisa, coger una carretera hasta donde me llevara, y luego continuar. Cuando al fin pude comprar una, todo lo demás pasó a un segundo plano”.
Así es como Mulata, de 30 años y diseñada pieza a pieza, con más de 200.000 kms en sus ruedas.
¿Por qué te uniste a la #ECCervezaSINGira18 y cuál crees que es la parte más positiva de ser uno de sus embajadores?
“Me atrajo mucho la idea de recorrer España junto a Ramón Pradera y el resto de embajadores de la gira, son moteros experimentados junto a los que es un placer y un honor rodar”.
Para él la parte más positiva de vivir esta aventura es la posibilidad de concienciar de la incompatibilidad entre alcohol y conducción y hacer llegar a tantas personas un mensaje de semejante importancia.
Aunque le encanta la cerveza lo tiene claro: “tomando una cerveza SIN es como uno descubre que te sacia el deseo de tomarte una cerveza bien fría en ruta igual que una con alcohol, que te refresca igual, que disfrutas del mismo modo de esa tapa que tomas en la parada y que puedes pedirte no una, sino todas las que quieras sin correr ningún riesgo”.
¿Cómo estás viviendo esta experiencia hasta el momento? ¿Qué esperas de esta gira?
Víctor nos ha contado que “la gira está colmando y rebasando las expectativas que tenía de ella. Estoy percibiendo un auténtico interés de la gente en escucharnos cuando hacemos cualquier parada en ruta”.
Se le escapa una sonrisa al desvelarnos que el hecho de pensar que una sola persona haya probado una SIN gracias a su invitación hace que merezca la pena todo el esfuerzo que están haciendo.
Además añade “creo que esta gira, por otra parte, es un gran acierto de comunicación. Una manera de llamar la atención de la gente. Cuando nos ven llegar con nuestras motos rugiendo, los chalecos negros, cubiertos de sudor y ofreciéndoles una cerveza SIN se quedan sorprendidos y nos escuchan de verdad. Es nuestra manera de darle autenticidad a esta campaña y darle visibilidad al mensaje”.
Nos despedimos de él no sólo dándole las gracias por regalarnos unos minutos de su tiempo sino también por tener clara la importancia de esta campaña y acompañar y apoyar a Ramón Pradera en cada una de las jornadas sobre dos ruedas.
¡Seguimos en ruta!
