
Pablo es uno de los veteranos de la gira de verano de En La Carretera Cerveza SIN y su relación con nuestro embajador, Ramón Pradera, se remonta a 2014 (aunque esa historia os la desvelaremos más adelante).
Su relación con el mundo de las motos comenzó hace más de 29 años cuando compró su primera moto, una Vespino 50cc, con la única intención de ir a la universidad sin coger el autobús; pero poco a poco se dio cuenta de que se iba a convertir en su pasión. Las sensaciones sobre ella, su moto definitiva (una Harley Davidson Road King del 98’) y sobre todo las amistades conocidas gracias a ella, terminaron por asentar esta afición.
¿Por qué te uniste a la #ECCervezaSINGira18 y cuál crees que es la parte más positiva de ser uno de sus embajadores?
Pablo nos cuenta que conoció a Ramón Pradera gracias a una fusión de Custom Madrid y “Zona Moteros” (antiguo blog de Biker Zone) en un verano de hace 4 años. Éste le contó el proyecto y, aunque el primer año no pudo participar, las ganas y la ilusión le convirtieron en un firme candidato al año siguiente. Nos confiesa que “me incorporaré como miembro de este gran equipo, en circunstancias muy curiosas cuando la gira ya había comenzado, en Soria. Allí no solamente me encontré con Ramón y Diego, viejos conocidos y amigos, sino que conocí a nuevos y grandes amigos que todavía lo son. Descubrí la camaradería del grupo, el rodar con gente experta y apasionada de las motos como yo, y un proyecto mucho más grande e importante de lo que me había imaginado”.
Cuando le preguntamos por la parte más positiva de formar parte de la #ECCervezaSINGira18 nos responde que “dejando aparte el lado motero del proyecto, ya de por sí motivante, el hecho de trasladar el mensaje de que seguridad y ocio en la carretera son compatibles y la manera en que lo hacemos, hace de este trabajo algo realmente grande, puesto que lo hacemos comunicando algo que llevamos muy dentro. El colectivo motero es, junto con el ciclista, el más vulnerable en la carretera y es por ello que nuestro mensaje cala hondo en la población y nos habilita como embajadores de pleno derecho y con todo el sentido de la campaña”.
¿Cómo estás viviendo esta experiencia hasta el momento? ¿Qué esperas de esta gira?
Pablo tiene claro que esta experiencia es increíblemente enriquecedora para él, tanto como motero como siendo embajador y llevando un mensaje tan importante. “Es sorprendente el apoyo constante que recibimos y la cantidad de gente que nos da las gracias. Comprobar cómo año tras año la gente reconoce el logo, tu chaleco, incluso tu cara como embajador de la campaña y que en cada vez va a más, es realmente conmovedor y te da fuerzas para seguir con más ilusión si cabe.