Lo tenemos todo preparado ya para enfrentarnos a la ruta que previamente hemos preparado, tenemos nuestro equipaje preparado y con todas las ganas de rodar por la carretera. Ya estamos sintiendo el viento, el paisaje, nuestra máquina, los ojos en la carretera y, de repente, pinchamos. ¿Qué hacemos? ¿Se podría evitar?
Como todo accidente, nunca lo sabremos, pero sí que podemos tomar una serie de precauciones para evitarlo o procurar que el resultado sea lo menos traumático posible.
Lo primero que tenemos es comprobar el aspecto exterior de nuestros neumáticos, es decir, que no tenga ninguna piedrecita ni elemento extraño en los dibujos, que en momento dado pueda ocasionar una pérdida de aire. Del mismo modo, podemos comprobar el estado de los dibujos de nuestros neumáticos, ya que si no están bien marcados, nuestra adherencia es menor. Podemos comprobarlo con una moneda o un medidor específico. Ya sabes que el dibujo tiene que tener una profundidad de, por lo menos, 3mm.
Por supuesto, debemos circular con la presión adecuada y recomendada para cada tipo de neumático, carretera y peso. Todo lo encontramos en el manual de instrucciones perfectamente especificado.
No debemos olvidar lo básico: una conducción agresiva, de acelerones, frenazos, rozando los neumáticos por las aceras, en carreteras sin asfaltar y demás, obviamente, no favorece que nuestros neumáticos sobrevivan sin pinchazo alguno.
Aun así, podemos sufrirlo, ¿qué haremos? Tenemos 2 opciones:
– Acudir a nuestro servicio de ayuda en carretera.
– Reparar el pinchazo con un kit de reparación de espuma. Que nos permitirá rodar unos kilómetros y llegar a una gasolinera o establecimiento que nos pueda ayudar.
Por supuesto, no debemos olvidar las nociones básicas de seguridad, esto es, señalizaremos que hemos tenido un accidente, usaremos el chaleco, nos dejaremos ver, no pondremos en peligro al resto de usuarios de la vía, etc.
Así que ya lo sabes que un pinchazo no estropee tu ruta, tampoco el alcohol, haz como los SIN Riders, en la carretera, cerveza SIN.