SIN Riders se adentra en el fabuloso, y tan de moda, mundo de las trail. Y lo hacemos con una maravilla tecnológica como la que ha creado Triumph con su Tiger 800 XCA, posiblemente la moto más polivalente y con mejor relación calidad/precio que podamos encontrar en el mercado.
Triumph lleva años trabajando a fondo para que cada usuario tenga su Tiger a medida. De esta forma, aunque estemos hablando de un motor de 800 cc y 95 cv y haya 6 tipos de terminaciones distintas (3 de ellas pensadas para el asfalto y las otras 3 para pistas); nosotros hoy probamos la XCA, la más completa para pilotar fuera de carretera.
Lo primero que hacemos en el ordenador de abordo es seleccionar el modo “Road” para rodar en asfalto. Comprobamos que su famoso motor tricilíndrico da mucho juego y cuesta pensar que estamos sobre una trail por su potencia y agilidad. Llegamos a las pistas de tierra y cambiamos a un modo de conducción a “Off Road”, que altera los mapas de inyección, el ABS y el control de tracción. Quedaría un tercer mapa, el “Rider” en el que el piloto puede hacer todos los ajustes manuales para que todo quede a su elección.
La XCA incluye toda la equipación para ser de lo más eficaz en tierra: neumáticos mixtos, llantas de radios, faros antiniebla, calefacción tanto para puños como para los asientos de conductor y pasajero, suspensión White Power, juego de maletas de aluminio, etc.. junto a un depósito de 19 litros (el motor de esta evolución consume un 17% menos que el anterior), lo que hace que sea perfecta para largas distancias por cualquier tipo de terreno.
Nosotros hemos elegido hoy los de la sierra norte de la Comunidad de Madrid. Hacemos una ruta en busca de una conocida recomendación gastronómica: los mejores callos a la madrileña. Lo que no sabíamos es que íbamos a encontrar mucho más.
Siguiendo las pistas, encontramos en el corazón de Cercedilla los fogones que veníamos buscando, los del restaurante Yeyu. Se trata de una casa familiar, con 50 años de historia y muchas anécdotas que contar. Como la de Yeyu, uno de los hijos al que no le gustaba nada estudiar y que fue aprendiendo el negocio detrás de la barra y prestando mucha atención a la cocinera jefe, su madre. De este modo, consiguió desarrollar una cocina tradicional basada en una materia prima de altísima calidad.
El propio Yeyu nos recibe en la entrada y nos cuenta que también se centra mucho en la cocina de temporada, por eso vemos cestos de alcachofas por doquier. Las prepara confitadas durante 8 horas para que queden más suaves que la mantequilla. Antes de seguir, Yeyu, que también es motero, nos sirve una cerveza SIN bien fría con la que nos preparamos para descubrir el resto de su variada oferta gastronómica: un rabo de toro al estilo de Pilar (su madre) digno de tres estrellas; unos escabeches que han merecido todo tipo de galardones; y por supuesto, sus famosos callos, tan exquisitos que por su salsa se han enamorado hasta conocidos jugadores de fútbol que reservaban todo el restaurante para invitar a sus amigos y familiares a degustarlos. ¡Sin duda, esta ha sido toda una experiencia SIN Riders!