Hoy en SIN Riders os hablamos del nuevo Audi Q3 RS y comenzamos haciéndonos una pregunta, ¿Se puede tener un coche que sirva para todo? Esto fue lo que se debieron pensar los ingenieros de la compañía alemana. Y con este planteamiento, diseñaron un vehículo que fuera un todo camino pero a la vez, un deportivo. Un familiar cuyo interior tuviera la musculatura de un atleta de competición. Conceptos un tanto antagónicos, pero que conviven en este Q3 RS.
El Q3 es único en dos aspectos. Por un lado, es el primer RS (siglas que identifican los modelos más deportivos de la marca) que se fabrica fuera de Alemania. En concreto, en España, en la planta de Seat de Martorell. Y por otro, es que es el único SUV que se ha sido elevado al Olimpo de los RS, ya que ningún otro modelo de la serie Q lleva esta preparación.
La primera toma de contacto con el Q3 RS, es agradable. En su interior, amplitud, tranquilidad y todo tipo de ayudas para mejorar la conducción y la comodidad en el viaje. Un coche que colaría como familiar al uso, pero que pronto demuestra que está más pensado para aquellos a los que les gustan los motores de sensaciones fuertes. Solo el conductor experimentado sabrá apreciar desde el principio que esto es otra cosa. Su volante deportivo, la levas y los relojes ya son una buena pista de lo que se avecina, porque si colocamos el modo de conducción “Dynamic” (el modo deportivo) y la palanca de cambios en Sport, al apretar el acelerador a fondo notaremos la fuerza bruta de esta bestia de 343 cv de potencia.
Algunos detractores dicen que no se puede llamar RS a un coche familiar con el centro de gravedad tan alto. Y en teoría pueden tener razón, pero en la práctica no. El RS es 20 mm más bajo que su hermano “normal”, además al activar el modo “Dynamic” la dirección se endurece y la suspensión se ajusta más aún, lo que hace que su paso por curva sea mucho más ágil. Pero no todo son ventajas en este modo de conducción, ya que si en el más económico ronda los 9 litros, en el deportivo se dispara y hay que tener preparada la cartera.
En la parte exterior, pocos cambios y en el frontal, los detalles de la parrilla y unas tomas de aire más anchas que dan sensación de robustez. En los laterales sí que se puede apreciar una diferencia notable, sobre todo esos sobredimensionados frenos pensados para aguantar tanta potencia y tanto peso.
En definitiva, un coche de notable alto si tenemos en cuenta que se han saltado a la torera ese famoso refrán español de “quien mucho abarca, poco aprieta”, porque si el Q3no es el mejor en asfalto y caminos, está muy cerca de conseguirlo.