Llega el buen tiempo y apetece más que nunca viajar. Coger la carretera y disfrutar de los kilómetros llegando a destinos que nos sorprendan. Y eso es lo que hacemos hoy en SIN Riders, coger la moto o el coche y demostrar que el mar no es un impedimento para llegar donde queramos. Nos dirigimos a Ibiza. Pero no la Ibiza más famosa, la de la noche y la fiestas, no. Nos vamos a la otra, a la Ibiza de día, la que tiene mucho más que ofrecer.
Nuestra primera parada es el puerto de Denia, para embarcar en un ferry de Baleària, algo que a muchos les puede parecer una acción solo para vacaciones u ocasiones especiales, pero que en realidad es tan fácil, sencillo y rápido que deberíamos tener en cuenta para cualquier escapada de fin de semana. Estas embarcaciones ya no son lo que eran, se han convertido en una especie de “mini cruceros” donde se puede encontrar de todo: restaurantes variados, masajes, cine, animación infantil, magia, camarotes, etc. Toda una variada oferta que apenas nos da tiempo a disfrutar, porque en tan solo aproximadamente tres horas llegamos al puerto de Ibiza.
Es una gozada salir del ferry y sentir desde el principio ese aroma distinto, cálido, alegre, que trasmite la Isla Pitiusa. Empezamos a rodar hacia el norte, alejándonos de la costa. Para la ocasión elegimos como alojamiento un hotel de agroturismo que se ha convertido en toda una referencia: Atzaró. Una finca payesa que lleva desde hace más de un siglo regentada por la misma familia.
Empezaron poco a poco como hotel, y a día de hoy, han conseguido ofrecer al viajero un entorno espectacular en el que se mezclan los jardines, fuentes, piscinas y aromas mediterráneos de manera perfecta. Nuestra habitación es de las que dejan al viajero con la boca abierta. Amplia, luminosa, con todo tipo de detalles, inmersa en la naturaleza de sus jardines… un concepto que desde luego solo podría tener lugar en Ibiza.
Nos dirigimos ahora a nuestro primer destino, un paseo por la historia que nos llevará a descubrir por qué estas tierras ya estaban consideradas un paraíso hace 4000 años. Nos estamos refiriendo a la necrópolis púnica más importante del mundo . Aquí se han encontrado valiosísimas piezas que explican como Ibiza fue una isla descubierta por los fenicios, desarrollada por su vertiente púnica e invadida posteriormente por romanos, vándalos y árabes.
Destacan las terracotas realizadas por los artesanos locales como parte del culto a sus deidades; en ninguna otra ciudad púnica se han encontrado piezas similares. Este museo tiene una estrella por encima de las demás, el busto de la diosa Tanit perfectamente conservado y que se ha usado en infinidad de ocasiones como imagen de la localidad balear.
El viaje no ha hecho más que empezar y todavía nos quedan muchas cosas por enseñar como la peculiar gastronomía local o la que está considerada la mejor playa de Europa. Será en la segunda parte de “La Otra Ibiza”, como siempre, aquí en SIN Riders.
