La Semana Santa ya está aquí y con ella llegan todas las peculiaridades que se le presuponen, desde las reuniones familiares a las celebraciones o no, dependiendo de nuestras creencias y costumbres. Lo que es cierto es que vienen junto con los primeros días de descanso previos a las vacaciones estivales.
Estamos en la época en la que se produce la mayor concentración de desplazamientos del año y por tanto, debemos ser previsores a la hora de viajar para evitar los atascos, tener nuestros vehículos en óptimas condiciones mecánicas y recordar la máxima de que alcohol y carretera son incompatibles, siendo la cerveza SIN una alternativa que recomendamos.
Tenemos por delante los primeros días festivos del año y tenemos tres opciones diferentes para disfrutarlos. Podemos recurrir a la tradición y buscar la conmemoración más clásica en la que las procesiones y la gastronomía de la época toman el protagonismo; podemos optar por perdernos en cualquier destino dentro o fuera de nuestras fronteras alejándonos de todo lo que representan, o recurrir a una tercera opción que hoy te proponemos: vivir la Semana Santa como tal, pero conociendo tradiciones diferentes a las habituales.
Hoy #EnLaCarreteraCervezaSIN te recomienda tres destinos en los que la pascua llega de una manera distinta a como siempre la has conocido. Así que si tienes ganas de vivir una experiencia de lo más peculiar, aquí tienes tres alternativas para elegir:
1. Danza de la muerte (Verges, Girona)
Verges es la única población que conserva viva una tipología de Danza de la Muerte, reminiscencia de ritos ancestrales de culto a los difuntos, asociado a las epidemias de peste negra que asolaron Europa entre los siglos XIV y XVII.
La Procesión de Verges, que se escenifica únicamente la noche de Jueves Santo, conserva las características más tradicionales de este tipo de representaciones de Semana Santa, pero en su transcurso destaca una verdadera joya única de la cultura popular: la Danza de la Muerte.
En esta danza, cinco esqueletos saltan al sonido de un tambor, colocados en forma de cruz y con un séquito de cuatro personajes más, los cuales, con antorchas, iluminan el cuadro y aportan el aire tétrico que da sentido. La plaza Mayor de la localidad gerundense escenifica los principales episodios de la vida pública de Jesús, incluyendo esta peculiar “Danza”.
2. La Rompida de la Hora de Calanda (Teruel)
El pueblo aragonés de Calanda no solo es popular por ser cuna del ilustre director de cine Luis Buñuel, sino por la historia asociada a sus tambores.
Uno de los ingredientes más esperados de su Semana Santa es sin duda la concentración de tamborileros que tiene lugar todos los viernes santos a mediodía en la plaza de España del pueblo turolense. Popularmente conocida como “La rompida de la hora”, esta arraigada costumbre arranca con la primera campanada del reloj de la iglesia a las doce en punto, momento en el que comienza la rompida con un estruendo enorme producido por miles de tambores y bombos sonando a la vez durante dos horas.
Una tradición que data de finales del S. XVIII a pesar de que los primeros datos al respecto hablan del año 1127, momento en el que los pastores de la zona alertaron a los cristianos de Calanda de la llegada de la invasión árabe a través de sus tambores, lo que les dio tiempo a esconderse.
La Semana Santa de Calanda fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2005.
3. Los Armaos de Calatrava (Ciudad Real)
Terminamos con otra peculiar celebración, que nos lleva a los municipios y ciudades del Campo de Calatrava (Ciudad Real): Aldea del Rey, Bolaños de Calatrava, Moral de Calatrava, Granátula de Calatrava, Calzada de Calatrava, Miguelturra y Almagro, en las que cientos de soldados romanos toman las calles durante su Semana Santa.
Un desfile que tiene su origen en las secciones militares de numerosas cofradías de los siglos XVI y XVII y cuya jornada abarca casi las 24 horas de los días centrales de la Semana Santa.
Bajo armaduras de latón o acero desfila una persona que, con su silencio y sus movimientos, reclama la atención de fieles y no fieles, vecinos y foráneos. Los tambores marcan el ritmo de los desfiles y ritmo y color se mezclan, además, en las escenografías que representan.
La Ruta de la Pasión Calatrava es Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Esperamos que disfrutes si finalmente te decides a conocer alguna de estas tres formas de vivir la Semana Santa desde otra óptica.